¡Corre!

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Al running lo he descubierto hará unos 4 años. Si no recuerdo mal, en verano del 2007. 

No tardé mucho en convertirme en un drogadicto. Me costó, eso sí, algunos disgustos. Era primerizo con mi nueva droga y no conocía los pormenores: el daño que podía llegar a hacer a mi cuerpo. Al principio no me gustó. Me cansaba. Me fui a correr a la orilla, pensando que esto fortalecería mis piernas y, a la larga, me prepararía para correr en asfalto. Al principio fue bien,pero la condición inestable de la orilla, las piedras, un mal calentamiento, un nulo estiramiento y la falta de criterio en general me pasó factura: me lastimó una rodilla. Desoía los dolores. Un mal calzado y unas cuantas sesiones en pleno asfalto me la terminaron de fastidiar. Un eventual sobre-entrenamiento hizo el resto. Aún hoy siento alguna molestia por esa rodilla.

En definitiva, los comienzos no fueron del todo satisfactorios. No obstante, cuando aprendí a correr por un largo tiempo dejando atrás las primerizas molestias, me enamoré perdidamente de las carreras. Significaba un momento de salir, de desconectar, de encontrarme conmigo mismo, de llegar a los límites de mi cuerpo, de ver como éste iba creciendo progresivamente, de llegar a casa y disfrutar de una ducha. De dormir en una cama como si fuese un niño. Cuando llegó el día en que pensaba que podría correr durante toda la eternidad, teniendo la certeza de que el mundo estaba quieto, todo cambió. Correr te convierte en el protagonista de la Tierra. Te hace ver las cosas de otra manera, te culturiza a sufrir por conseguir algo. Y todo ello mientras estás contigo mismo siendo cómplice de tu mente y tu corazón.

Correr me ha ayudado a aprender cosas sobre mí y me ha hecho vivir momentos que no cambiaría.

Adoro correr porque, a pesar de todo, tengo la certeza de saber que esta carrera, en particular, no ha hecho más que empezar.

Un comentario el “¡Corre!

  1. Precioso homenaje a correr. Totalmente de acuerdo con tu escrito. Solo las personas que corremos sabemos bien a lo que te refieres. Una camiseta, pantalón y buen calzado es lo único que necesitas además de las ganas claro está. Son momentos de libertad, experiencias y sensaciones que de ninguna otra manera se disfrutarían. :)

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